Al final de mis estudios mi conocimiento de computer graphic era excelente para la época y comencé a incorporarlo en mi flujo de trabajo escolar. Uno de mis profesores, que como profesión era arquitecto, me notó. Me dejó probar en su estudio y en poco tiempo con el uso del famoso software 3D Studio MAX y un PC 286 comencé a hacer animación de interiores, no solo para él sino también para varios de sus colegas. Para la época era algo alucinante poder crear digitalmente un edificio y poder moverse dentro sin haberlo construido todavía. La CG finalmente ya no era solo una pasión, sino que entró en mi vida laboral.