A los 6 años me regalaron uno de los primeros ordenadores que aparecieron, el famoso Commodore 16. A partir de ese momento comenzó mi pasión por la informática. Mi padre me regaló varios libros sobre el sistema Dos y pronto empecé a entender cómo dibujar simples círculos y líneas en la pantalla. En aquella época no había mouse, pero sin embargo había casetes que me permitían, a través de aquellos rudimentarios comandos (Círculo, Cuadrado, Líneas, Pintura) crear figuras con cierto sentido estético y luego guardarlas en el casete. En pocos años, mi pasión creció y también el interés de la gente, había muchas revistas de informática para inspirarse para pequeños programas, pero mi verdadero interés estaba en la gráfica. Más tarde me pasé al Commodore 64 , pero digamos que ese fue el verdadero comienzo de mi carrera como diseñador.